exploraciones a pie cerca de catedral y museos locales

me encantó la experiencia de explorar la ciudad y descubrir la Catedral de Mondoñedo a solo 5 minutos a pie, además la Casa Museo Álvaro Cunqueiro está igualmente cerca, lo que me permitió disfrutar de un bonito paseo mientras aprendía sobre la cultura local.

me emocioné al leer sobre este 'encanto' pero qué gran decepción. Tenía que subir descalzo dos pisos, ¡sin una simple alternativa! Y qué gracioso que el desayuno solo incluía café y tostadas. Por 140€ la noche, esperaba al menos un regalo de bienvenida. No sé cómo se atreven a cobrar tanto por un servicio tan mediocre.

La habitación tenía un estilo único, pero subir descalzo dos pisos fue incómodo.

La casona es preciosa, bien restaurada y contaba con un ambiente encantador. ¡Me divertí explorando sus jardines!

Subir descalza dos pisos era como una nueva forma de yoga, ¡pero no lo recomendaria!

la casona encantadora y bien restaurada me sorprendió

proceso ágil, atención rápida

baño compartido pequeño

el baño compartido era muy pequeño , pero la decoración tenía un estilo único que me encantó. además, la atención del personal fue muy ágil y la ubicación era práctica para explorar la ciudad.

La casona es preciosa y está bien restaurada. La habitación es amplia y cuenta con calefacción. Además, hay una buena vista al jardín que le da un toque encantador.

No hay ascensor y el baño compartido resulta incómodo.

El lugar cuenta con un ambiente que tiene su propia personalidad, gracias a la decoración del salón, que aunque es del siglo XIX, ofrece una cierta curiosidad estética. La experiencia de ver la ciudad desde un punto de vista local podría resultar interesante para quienes buscan conocer la cultura gallega.

Al llegar, nos hicieron dejar las zapatillas en la entrada y tuvimos que subir descalzos dos pisos sin ascensor, lo que fue incómodo, especialmente con el equipaje. La habitación resultó fría, sin mobiliario adecuado para colocar maletas o sentarse. Además, no se puede cerrar desde fuera, solo con un pestillo interior. Nos tocó compartir el baño con los dueños, que estaba lleno de sus artículos de higiene, mientras que para nosotros ofrecieron solo un pequeño cestito con gel y champú. El desayuno extremadamente limitado, solo café, magdalenas y tostadas, dejó mucho que desear. Por 140€ la noche, esperaba algo más sustancial y cómodo.

Bonita casa, buen wi-fi y parqueo gratis, pero baño compartido muy pequeño.

La habitación tenía un estilo único, lo que le otorgaba un carácter especial al lugar. Sin embargo, subir descalzo dos pisos con el equipaje fue incómodo y el baño compartido resultó ser muy limitado. El desayuno fue sencillo, solo café y tostadas, lo cual podría mejorarse.

Este lugar me va perfecto. Tiene todo lo que necesito, como wi-fi gratis, zona de picnic y estacionamiento libre. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me devolvió mis auriculares olvidados. ¡Volveré para unas vacaciones!